martes, 25 de marzo de 2014

Sentado y sin palabras


 Sentado y sin palabras, 
sin palabras y con un mundo que decir.
No quiero contar nada, no soy un cuenta cuentos
quiero decir cosas, muchas cosas, llevo mucho guardado.

Anoche soñé despierto,
miraba estrellas, comía del mcdonals
y era ella quien me daba a comer las patatas con kepchu.
No lo sabe, pero quiero ser yo, mi boca,
quiere ser mi boca quien le quite ese kepchu de la cara, 
de la nariz arrugada.

El alcohol ayuda mas no lo quiero, 
quiero sacarlo de su cuerpo, liberar su mente,
abrir su cuerpo, mojar sus poros, expulsar ese alcohol,
y que sea consciente... y que recuerde mañana mis caricias
si, exactamente, esas que nunca le di, 
esos besos ocultos, inexistentes, que son mi lujuria en su cuerpo.
Ese amor juvenil, inexperto, torpe, tímido, que nace adentro 
y no dejo salir. No quiero que salga.

Supongo que no importa tanto cuánto, sino cómo.
Y no importa follar mil veces, lo que, supongo, 
sería para ella follar, para mi, sin embargo, es hacer el amor,
aunque sea duro, aunque después se vaya y mi cama siga vacía,
aunque se vaya su calor, su olor, no será para ella lo mismo que para mí.
O al menos eso pienso.
No se puede jugar a algo que no se conoce, ni controlar algo que no eres,
si por supuesto controlar o saber como es por dentro alguien que no eres tú mismo.
No sé si está dispuesta a darme lo que quiero de ella. Aunque ya a veces, me lo de sin saberlo.










sábado, 22 de marzo de 2014

Anoche soñé contigo


Anoche soñé con ella, soñé curiosamente con algo que aún puede pasar, con algo muy normal y cotidiano, pero a la vez fantasioso. Una carrera a la que voy a acudir, ella acompañándome en bici, el día acompaña porque hace bueno, 22 grados de temperatura y solecito. Después de la carrera nos vamos ala playa a darnos un baño, refrescarnos y tomar el sol. Unas hamburguesas y a la playa, después de comer y de darnos un baño empezamos a hablar, a tomar unas copas, charlamos sobre gustos, relaciones, mismo tema de conversación curiosamente que anoche antes de irme a la cama, a los hombres nos encanta que una mujer se muerda el labio, y curiosamente ella empieza a hacerlo, a reirse conmigo, le digo que he soñado con ella, que me gusta, y que me muero por su labio inferior, que me quedo con ella y con sus locuras y una cosa lleva inmediatamente a la otra, se queda paralizada, con los ojos muy abiertos mirándome fijamente, como pensando o asimilando lo que acabo de decirle y automáticamente después me dice con toda la normalidad del mundo... pues vamos a ello no? se lanza a mis brazos y puedo besarla sin miedos ni tapujos.

Justo en ese momento me despierto, y maldigo el sol entrecortado que entra por mi persiana deslumbrándome... ¿un sueño? No sé muy bien que ha sido exactamente pero no quiero que termine, me gusta demasiado esa sensación, esa imagen, y también ella, no quiero despertar, no quiero que se vaya ni quiero tener miedo de asustarla con alguna palabra o gesto que huela a compromiso o que pueda demostrarle que me importa más de lo que pueda a primeras pensar.

Dicen que quién no arriesga no gana, y que es mejor ir poco a poco que del tirón. Que las cosas que tardan en ganarse luego se aprecian más y se tardan más en perder. Pero... ¿Y si por esperar demasiado la pierdo?¿Y si la pierdo por el contrario por no decirle nada? La incertidumbre es lo peor, no conocerla suficiente, no saber cómo va a reaccionar, ni qué va a elegir.



























sábado, 8 de marzo de 2014

Cómo te lo digo.

 

Hoy es uno de esos días raros de invierno en que luce el sol desde la mañana hasta la noche. Un día en que me buscas sin esperarlo. Un día en que tu sonrisa es el único aliento que necesito para sentirme satisfecho y feliz. Hoy es un día para pensar, pensar en que no quiere ningún tipo de compromiso, pero en el que me habla de sentimientos, de afinidad, del metodus operandi de la sociedad en esto del sexo, en eso que la gente confunde con el amor y emplea palabras que no debería. En cómo darle su sitio a un amigo, que puede solo ser un amigo y con el que mantener relaciones sexuales sin que se salga de eso, una relación sexual, solo sexo. 
Y pensando en eso, pienso cómo coño decirle que me importa más que como una simple amiga, con la que mantener en ocasiones eso de solo sexo. Decirle que me encanta que se ría, que me pone tierno notar cómo me mira cuando acaricio a mi perro, y notar esa pequeña carcajada interna mientras me mira, cuánto me gusta que me arrugue la nariz, o que mientras tomamos el sol me roce, porque ese roce es para mi una caricia electrizante. Porque improvisando un plan para hacer juntos hemos pasado todo el día prácticamente, sin hacer nada que no sea disfrutar, bocata, sol, una toalla, dos cojines, música, y el perro... y para mi el mejor día del año hasta el momento sin duda. 
Sólo siento ser tan cobarde, y no decirte cuánto me importas, decirte que no quiero despedirme con dos besos, sino comiéndote el alma a besos, que me encantaría abalanzarme sobre ti cuando te ríes, o arrugas la nariz, y que quiero verte siempre que pueda.