El sexo es la expresión máxima del amor, en la entrega total de la desnudez, sin censuras, sin miedos, sin vergüenzas, sin tapujos... En el sexo la pareja cobra la cualidad de pareja como tal, la calidad del cariño entregado al otro, cada beso, cada caricia... la lujuria expresada, la verdadera personalidad del individuo sin máscaras, cada vez que nuestras lenguas se encuentran en un baile personal y pasional. Se erecta mi pene y encuetra tu mano su sitio en él, agarrándolo con firmeza y acariciandolo con dulzura para deslizar tu lengua por el glande humedeciéndolo y haciendome aumentar mi pulso, acelerando mi respiración e incitándome a agarrarte con fuerza.
El sexo es lo único que... junto con el amor, no pasa, pues ambos van de la mano. Aunque existan, siempre los ha habido y los habrá, esos impulsivos del sexo como tal, y sin amor, por el simple hecho de la desahogadora y placentera situación de la desnudez en compañia.
No te busco por el sexo, te Amo, me importas y prueba de ello es que me duelen, me molesta y me enfadan alguna de tus cosas, de las que haces y de las que te rodean, me encantas, y me excita pensar que a menudo, es tu mirada la que me busca, son tus manos las encargadas de buscar mi cuerpo e incentivas en mi las ganas de besarte buscando excitarte a ti tambien para entrar en ese juego de desnudarnos sin prisas, con fuerza, convirtiendo la pasión en erotismo y logrando humedecer tu intimidad. Te subes encima mia y todo lo demás carece de sentido cuando mi sexo se introduce en el tuyo. Cuando consigue "Carlitos" hacerte gemir y gritar de placer, cuando me agarras con fuerza arañando mi esplada y mojas mis muslos con tu flujo.
Erupciona mi volcán y nos recostamos abrazados en un nicho de amor ya tranquilo y relajado en el que la poesía cobra sentido cuando escucho tus palabras de amor en mi oído.
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