Una canción

Toda buena canción lleva detrás una buena historia, del mismo modo que toda historia que merezca la pena vivir, contar, narrar, escribir, relatar... tiene asociada una canción.

Una canción que se pone de moda, o que sencillamente entusiasma a uno, a dos, a una pareja, a un grupo... una canción que significa algo para alguien, y una canción que jamás aborrecerás por más que la escuches.

La canción que sonaba cuando diste tu primer beso, esa canción con la que te declaraste o con la que pediste disculpas, esa canción del campeonato de tu vida en el que lograste éxitos importantes y que bailaste hasta el amanecer. O esa canción que ponías y susurrabas a tu novia o mujer cuando estabas tierno. O esa otra canción que os ponía a mil. O esa otra que usabas para hacer el amor, o una que siempre usas para entrenar porque te motiva como nadie y como ninguna otra cosa. Siempre hay una canción para cada momento, una canción que expresa exactamente lo que quieres decir o necesitas escuchar.

Esa canción formará parte de tu vida y de tu historia vital, te gustará cantarla y tocarla, y nunca la cambiarias si sonara en la radio. Es una de esas canciones que te hace subir el volumen del audio y cantar a voces. Te hace recordar y te alegra el día. Y eso, no tiene precio.